Manejar la naturaleza, sus fuerzas, dominarlas y ponerlas a su favor ha sido una de las necesidades que el ser humano siempre ha tenido, incluso sin saber que forma parte de las energías que allí se encuentran. El querer utilizarla para crear una protección contra sus enemigos, recuperar el amor, obtener fortuna, lograr lluvia durante la sequía y otros rituales de magia son los más usados hasta encontrar el efecto positivo o negativo en la vida terrenal y espiritual.
Consideraciones generales
Cuando creemos que las leyes de la naturaleza no se encuentran a nuestro favor buscamos las posibilidades de hacer todo para que esto cambie, usando magia y encontrando la vida plena. Pensar que la felicidad siempre debe estar de nuestro lado es lo que más usa la gente para recurrir a la magia, pero no se dan cuenta de que eso tiene un carácter egoísta, y al final se demuestra que la magia no es el problema, sino cómo la utilizamos.
Cómo funcionan los rituales de magia
Desde tiempos remotos las antiguas civilizaciones usaban prácticas de magia para alcanzar beneficios y un ascenso espiritual a través del profundo conocimiento del mismo ser y de la unión con su yo interno.
Cuando usamos rituales de magia para conseguir manipular un evento a nuestro favor debemos saber que eso no nos va a garantizar felicidad, porque la naturaleza es sabia, nada funciona con obligación. El ser humano es el único con capacidad de razonar y su inteligencia permite que viva la vida de forma conforme y razonando sobre lo bueno y malo que lo rodea. Esto nos lleva a la conclusión de que, para practicar la rituales de magia, hay que tener conocimiento, preparación y el descubrimiento oculto, porque la magia puede ser muy beneficiosa y permite llegar a un conocimiento profundo personal y de nuestros deseos.
Hay rituales de magia que pueden resultar en discordia, maleficios y pérdida de libertades de otras personas y de la nuestra, por lo que se aconseja valorar muy bien las acciones antes de llevarlas adelante, sin olvidar que cada acción genera una reacción.