Las experiencias cercanas a la muerte muchas veces traen consigo relatos que en la mayoría de los casos pueden ser tomados como señales de que hay vida después de la muerte. Tal es el caso de las famosas “películas de nuestra vida” que vemos pasar ante nuestros ojos, la luz al final del túnel, ver nuestro espíritu proyectarse fuera de nuestro cuerpo, etc.
Independientemente de las creencias religiosas de cada uno, un neurógolo y catedrático Holandés afirmó que según sus estudios, estos síntomas no son otra cosa que efectos producidos por el cuerpo humano y no indican que exista “algo más allá” después de la muerte.
Dick Swaab afirmo que toda experiencia cercana a la muerte como las mencionadas más arriba es fruto de una anomalía cerebral y dista bastante de algo paranormal.
La explicación que le atribuye Swaab a “la luz al final del túnel” es la falta de irrigación de sangre al globo ocular, lo que hace que la vista se reduzca (visión periférica) y solamente se vea un pequeño destello blanco en el centro.
Dick con sus estudios no solamente intenta demostrar si la luz al final del túnel es mito o realidad, sino que también dio una explicación científica para la famosa “proyección del alma” fuera de nuestro cuerpo.
Según Swaab y tras varias pruebas logró hacer que pacientes concientes tengan la misma sensación estimulando la zona del giro angular del cerebro y haciendo que llegue poco oxígeno. De esta forma el paciente afirmo tener una sensación de “flotar” fuera de su propio cuerpo y verse acostado, pero que al momento de cortar la estimulación la sensación desaparece.
Esto sin ningún lugar a dudas no es una prueba fehaciente de que no existe nada más después de la muerte ni mucho menos, pero siempre es bueno saber los avances y descubrimientos actuales.